Mientras cada vez más aspectos de nuestras vidas se están moviendo hacia lo virtual a través del mundo on line, en el cual los navegantes interactúan en espacios sociales, con periódicos, tiendas, juegos, etc. Hiroshi Ishii parece navegar contra la corriente.
Rescatado por Nicholas Negroponte de la compañía telefónica japonesa NTT, donde trabajo por 16 años ha pasado estos últimos 14 en el Media Lab de MIT.
El cambio fue liberador y el trabajo de Ishii se ha centrado en hacer el mundo de las computadoras más tangible e integrado naturalmente a nuestras vidas.
En lugar de usar teclados, ratones y pantallas, su trabajo ha permitido que las personas interactúen moviéndose alrededor de los dispositivos ó manejando objetos virtuales de manera tangible y real.
Su trabajo se ha centrado en reemplazar los GUIs (Graphical User Interfaces) ejemplificados en los sistemas operativos de Windows y Mac, por TUIs (Tactile User Interfaces) como él les llama.
Un ejemplo de su trabajo es el desarrollo del Urban Planning Workbench con el cual un arquitecto urbanista puede mover modelos de estructuras o edificios sobre una superficie que responde inmediatamente modificando las sombras y reflejos de acuerdo a las diferentes horas del día y mostrando como ellas interactúan con las demás edificaciones adyacentes. El mismo programa permite mostrar como el aire fluye a través de los edificios según su disposición en el plano.
El modelo se ha perfeccionado para permitir versiones tridimensionales y bases con superficies de arena o tierra, permitiendo observar también como la topografía altera la conducta de la luz y el viento en estos ambientes urbanos.
El programa se ha ampliado a variaciones que permiten manipular objetos sobre una superficie, tales como composiciones musicales, fórmulas químicas, procesos de negocios, circuitos, simuladores de motores y más.
Para Ishii el concepto subyacente que guía todo este proceso es más importante que las implementaciones específicas. Para él la visión, la filosofía, el principio, son el leitmotiv de su trabajo.
“Nunca me he guiado por la ingeniería o la ciencia, he sido más estimulado por el arte. Las tecnologías se vuelven obsoletas en un año y las aplicaciones en diez. Pero la visión movida por el arte sobrevive más alla de nuestro lapso de vida”, señala Ishii.
Ya en el 2002 Tom Cruise nos adelantó en el film Minority Report como operarían sus nuevas tecnologías. Hoy la realidad nuevamente supera a la ficción.